Prodigy Learning buscaba actualizar su identidad visual después de años de crecimiento internacional. Su marca se había vuelto funcional, pero ya no comunicaba la profundidad, precisión y madurez que la empresa había alcanzado.
El reto no era “hacer un logo nuevo”; era reinterpretar la esencia de la marca para su siguiente etapa, sin perder el reconocimiento global construido.
Como estudio boutique, seleccionamos este proyecto por su claridad: una marca con propósito, con impacto real y con un equipo dispuesto a escuchar procesos profundos, no superficiales.


