Prodigy Learning buscaba actualizar su identidad visual después de años de crecimiento internacional. Su marca se había vuelto funcional, pero ya no comunicaba la profundidad, precisión y madurez que la empresa había alcanzado.

El reto no era “hacer un logo nuevo”; era reinterpretar la esencia de la marca para su siguiente etapa, sin perder el reconocimiento global construido.

Como estudio boutique, seleccionamos este proyecto por su claridad: una marca con propósito, con impacto real y con un equipo dispuesto a escuchar procesos profundos, no superficiales.

El corazón del rebranding fue la creación de un lenguaje visual que funcionara como un puente entre la tradición técnica de Prodigy y una visión global más sofisticada.

Aquí se desarrolló el nuevo logotipo, cuya fundamentación conceptual se volvió el eje del proyecto:

Inspirado en el trabajo icónico de M.C. Escher, el símbolo encapsula innovación, honestidad y mejora continua.

En el centro del diseño se encuentra el hexágono, símbolo de equilibrio y armonía. Dentro de él, se entrelazan las letras “P” y “L”, formando una estructura geométrica que evoca las exploraciones de Escher sobre la “imposibilidad” y la transformación visual.

Trabajamos como un equipo especializado externo, afinando cada transición visual para preservar coherencia y reconocimiento. El sistema final incluye:

  • Paleta cromática refinada
  • Tipografía contemporánea
  • Grid modular
  • Iconografía estructurada
  • Lenguaje editorial ajustado a una narrativa clara y profesional

La nueva identidad posiciona a Prodigy Learning como una autoridad global madura, confiable y preparada para el futuro.

El sistema visual es consistente, elegante y funcional; el storytelling visual conecta con la esencia de la marca; y la adopción interna fue inmediata